miércoles, 12 de abril de 2017

¿Cuál es tu Misión? (2).

Hace unos cuantos años, tal como lo decía el el artículo El Pensamiento Sostenido (3), tuve la oportunidad de leer el libro El Alquimista de Paulo Coello. De este libro siempre recuerdo una frase: "El Universo conspira". El Universo conspira para que logres aquello que visualizaste en tus pensamientos, aquellos que anhelas, aquellos que sueñas. A mediados del año pasado (2016), tropecé por causalidad con los libros de Wallace Wattles, en especial "La ciencia de hacerse rico", y entendí como funciona, entendí, entendí... existe algo que denominó el pensamiento sostenido. ¡Ah! pero no es una tarea fácil, es una empresa, un hábito, un hacer, un emprender día a día, como aquellos que luchan contra el flagelo de las drogas o el alcohol, por ejemplo, bajo el eslogan "un día a la vez". La meta más grande que puede tener un emprendedor, un soñador, un "Santiago" cualquiera (El Alquimista); es poder mantener cada día su sueño en la mente. Es una de las tareas más difíciles que he enfrentado. Y como dijo James Allen "Hoy estas donde tus pensamientos te han traído, mañana estarás donde tus pensamientos te lleven", Entonces no tengo nada que reclamar, sino he llegado más lejos, es por mi incapacidad de mantener un sueño y luchar por el, porque me he puesto a pensar y diseñar un sueño, un proyecto, una empresa, una idea... y cuando me doy cuenta, dos, tres meses más tarde, aun cuando lo tenga claro; mi nivel de intensidad para seguir abonando, regando y cuidando ese sueño para que crezca y de frutos, me he dejado desenfocar por otras cosas, y otras cosas, y otras cosas.

Les voy a citar dos pequeño extracto del libro El 8° HÁBITO De la efectividad a la grandeza., del conocido autor Stephen R. Covey., para utilizar sus reflexiones como punto de apoyo para explicar como veo yo, o de donde saco yo lo que he llegado a definir como mi Misión. (Este libro lo compre más o menos en marzo de 2015 y aún no lo he leído completamente, solo extractos al azar)

"La espiral descendente de la codependencia.
¿Que ocurre cuando tratamos a las personas como si fueran cosas? Dejan de creer que el liderazgo sea una elección. La mayoría de las personas conciben el liderazgo como una posición y, en consecuencia, no se ven así mismo como líderes. Hacer del liderazgo (la influencia) personal una elección es como tener la libertad de tocar el piano. Es una libertad que se debe ganar: solo así puede el liderazgo convertirse en una elección.



Hasta entonces, la gente piensa que decidir lo que se debe hacer, solo está en manos de quienes están en posiciones de autoridad. Han accedido, quizás de una manera inconsciente, a ser controlados como si fueran cosas. No tienen iniciativa de actuar, ni cuando perciben una necesidad. Esperan a que la persona con título formal de líder les diga lo que tienen que hacer y responden tal como se les indica. En consecuencia, culpan al líder formal cuando las cosas salen mal y le atribuyen el mérito cuando salen bien. Y ven que se les agradece «su cooperación y su apoyo».

Mas adelante, aporta este otro párrafo:

"EL 8° HÁBITO Y EL PUNTO ÁLGIDO.
La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capa-
ces de hacer resolvería la mayoría de los problemas del
mundo.
Mahatma Gandhi


El octavo hábito «Encontrar una voz propia e inspirar a los demás para que encuentren la suya»― es una idea a la que le ha llegado el momento. Esta expresión procede de la famosa frase de Víctor Hugo citada anteriormente: «No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo».

Stephen R. Covey. El 8° HÁBITO De la efectividad a la grandeza. Pág. 32 & pág. 303. Editorial Planeta Venezolana, S.A. Segunda reimpresión (Venezuela) enero de 2014.

Este libro, abre con la historia de Muhammad Yanus Premio Nobel de la Paz 2006. Un hombre que encontró su Misión. Extraordinaria la historia de este hombre, También podríamos analizar por otro lado, lo que dijo Viktor Frankl: "Cada uno tiene su propia vocación o misión específica en la vida. cada uno tiene que llevar una tarea concreta que exige su cumplimiento. Alli no se puede sustituir, ni se puede repetir su vida, por lo tanto la tarea de cada persona es única, como su oportunidad específica para su ejecución.

jueves, 6 de abril de 2017

¿Cuál es tu Misión? ¿¡WTF!? (1)

Quizás alguien pueda pensar que el título de estas líneas es para llamar la atención… sin embargo, debo aclarar que cuando reflexiono sobre las veces y los momentos que me han hecho esta pregunta, la respuesta inmediata sería ¿¡WTF!? utilizo esta abreviación de la jerga del inglés, porque es muy conocida, y porque refleja lo que en español no tiene una abreviación (tendría que decirlo con todas sus letras…). Es una expresión entre sorpresa y pregunta… algo como ¡Pero, que carajos es eso?

Hay muchas personas por allí preguntándole a la gente ¿Cuál es tu misión? ¿Cuál es tu misión?¿Cuál es tu misión?... y podríamos responder con un montón de ideas, que podrían ser o no nuestra misión, pero en realidad muy pocas personas pueden responder esa pregunta y darte un razonamiento convincente, no racional o lógico. Aclaro, “un razonamiento convincente”. Más allá de eso, el que hace la pregunta, cualquiera que este sea, siempre cree que el tiene la razón, y he aprendido que en esta dimensión espacio tiempo, nadie tiene la razón respecto a la verdad de las cosas, todo es relativo a los paradigmas, y estos son personalísimos.


Lo cierto de la misión, es que he conocido muy pocas personas que puedan responder a esa pregunta, sin adornar la respuesta con un cúmulo de ambigüedades. Y es que no es para menos, porque si vamos a entender la profundidad y trascendencia de la pregunta, no se puede ir por allí dando una vaga respuesta. De la misma forma y ha manera de hacer entender la complejidad del tema, tampoco he encontrado con alguien que sepa explicar claramente lo que espera cuando hace la pregunta en cuestión, por la misma razón de lo vasto de esta palabra y la acepción filosófica que se le alude. Para tener una idea más clara me voy a apoyar en cuatro diccionarios web que para mi son fundamentales y a los cuales me remito a cada duda que surge.
1. f. Cometido o deber moral que una persona o colectividad consideran necesario llevar a cabo:
Del lat. missio, -ōnis.
1. f. Acción de enviar.
2. f. Poder, facultad que se da a alguien de ir a desempeñar algún cometido.
(...)
Y eso sin olvidar tampoco que, de igual forma, existe lo que se conoce con el nombre de misión de vida. Un concepto con el que se hace referencia a un conjunto de manifestaciones que establecen un objetivo o una meta que alguien se ha establecido alcanzar.
Este último solo se refiere al término, como un trabajo específico que debe cumplir una persona, grupo u organización o un futuro. Citando a la RAE.


Siendo así las cosas, podríamos concluir o por lo menos lo que yo concluyo, que la misión en primer término pasa por creer que tengamos una misión. Hay mucha gente por allí que no tiene ni idea de esto. Es más, creo que hay personas que viven día a día sin que ni siquiera les pase por la mente, si tienen un propósito o no en la vida, si hay vida después de la vida, o alguna de estas elucubraciones filosóficas que compartimos algunos. He conocido personas que nunca se han hecho la pregunta ¿Para qué estoy yo en esta vida? Y es que para ellos no tiene sentido hacerse esa pregunta, porque no hay tiempo después o antes, viven su día a día. Pero que tampoco podría decir que esta mal ¡no, para nada! Nada más alejado de la verdad, o de lo que pienso que es ella. Ni siquiera podría decir que es ilógico con el común denominador de nuestra era, tiempo y espacio. Es decir, lo que para mi puede ser incorrecto o absurdo, para otros puede ser obviamente lo ordinario y cotidiano, y estarían en lo correcto, por tal motivo, pienso que cada uno debe decidir esto.

Ahora bien, suponiendo que si creemos que hemos venido a este mundo terrenal a cumpir algo, o que simplemente, por lógica altruista, filosófica, moral o como quiera llamársele decidimos que debemos aportar algo a la vida, al entorno, a este mundo en que vivimos o que consideramos simplemente que debemos dejar algo una vez que partamos, entonces, estamos en el mismo bando y habría que definir nuestra misión, para ir por ella y acostarnos cada noche en paz. Entonces, el concepto de la misión tiene un aspecto generalísimo porque tienen que ver con un todo, con lo que vas a legar a la posteridad de tus días y un aspecto personalísimo, porque cada uno tiene el suyo, según sus paradigmas. Resumiendo, “La Misión de Vida”, para aquellos que deciden creer en ella radica en que tenemos que brindar, legar o aportar algo a esta humanidad, a este tiempo y este espacio, es una contribución, un regalo, una idea, un pensamiento, una energía que cada uno debe dar de forma personalísima, es decir, nadie más podría darla por tí, es tu pago, es tu aporte para mejorar (o no), es tu obra de hacer o no hacer en esta vida, es lo que le dá sentido, armonía y razón a tu existencia.

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